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10 Y los líderes le aseguraron:

—Dios es nuestro testigo de que haremos todo lo que tú nos digas.

11 Así que Jefté se fue con ellos, y el pueblo lo nombró jefe y gobernador. En Mispá, Jefté puso a Dios por testigo del trato que hicieron.

12 Después de eso, Jefté envió unos mensajeros al rey de los amonitas para que le dijeran:

«¿Qué tienes contra nosotros? ¿Por qué vienes a atacar mi territorio?»

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